Con el paso de los años la masa de los vehículos ha ido -de manera general- en aumento, lo cual provoca una disminución de su agilidad, su rendimiento, y eficiencia energética. Adicionalmente, un auto más pesado implica mayores costos y mayor emisión de gases contaminantes, así como las personas que conducen con sobrepeso hacen que se complique la conducción del auto, perdiendo agilidad.
La principal razón del aumento de peso de los vehículos modernos son todos aquellos apliques o aspectos nuevos que se le incorporan. Por ejemplo, los nuevos revestimientos, los paneles de las puertas, lo llamativos y cómodos asientos deportivos, el equipo de aire acondicionado, los más modernos neumáticos, todas las incorporaciones que hacen que el coche sea mucho más silencioso que los antiguos, entre otros pero más pesados. Inclusive las instalaciones eléctricas de los automóviles hacen que su masa aumente, hasta en de decenas de kilogramos.
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Igualmente, el hecho de aumentar la seguridad en los autos hace que las estructuras deban ser más pensadas para resistir impactos y proteger el interior del auto. Probablemente, esta última sea la mayor revolución que ha vivido la industria en las últimas décadas, la de hacer que las probabilidades de sobrevivir a accidentes de tráfico haya aumentado.
En este sentido, todos los sistemas y controles de estabilidad y vuelco, las bolsas de aire, entre otros aumentan poco a poco la masa de nuestro vehículo. Sin embargo, en la actualidad las industrias fabricantes de vehículos están trabajando en cambiar este incansable aumento de masa de los autos, procurando que cada nuevo modelo sea menos pesado que el anterior.
Esto se pretende lograr haciendo que todos los elementos mantengan la seguridad y confort del auto, pero que sean más ligeros, buscando hacer motores más compactos y ligeros, utilizar nuevos materiales y estructuras que logren el mismo cometido estructural de rigidez y protección pero, con menor cantidad de material y menor masa.