La grasa automotriz es un producto semisólido que constituye uno de los componentes esenciales para el buen funcionamiento del vehículo. Su función es crear una capa protectora que impide el roce de las piezas mecánicas que componen el vehículo, evitando así la corrosión y el daño de las mismas, el cual puede causar averías mayores.
Las grasas actúan como un lubricante de gran efectividad, el cual debe aplicarse en ciertas zonas o piezas de los vehículos. Existen diversos tipos de grasa automotriz, los cuales se diferencian por su tipo de espesante, tipo y viscosidad del aceite que posee y el porcentaje de jabón que se le haya aplicado.
Conozca aquí mucho más sobre la Grasa Automotriz:
Es importante tener en cuenta que las propiedades de la grasa se pueden ver afectadas con la exposición a factores como la temperatura, presión, el esfuerzo de corte al que se expone y la frecuencia con que lo realiza. A continuación, te hablaremos sobre los tipos de grasas que existen actualmente en el mercado:
Grasas de Litio
Este tipo de grasa cuenta con excelentes propiedades lubricantes, es muy resistente a los ambientes húmedos y no se disuelve al tener contacto con el agua. Tiene muy buena capacidad de adherencia a las superficies metálicas. Este tipo de grasa se recomienda principalmente para la lubricación de rodamientos en condiciones severas de temperatura.
Grasa Chassis
Es una grasa a base de calcio fabricada principalmente para todas las partes del chassis de vehículos y otras maquinarias. Tiene una muy buena resistencia al agua y evita en gran parte la corrosión.
Grasas de Calcio
La estructura de este tipo de grasas es suave, con aditivos de jabón. Estas no se disuelven con el agua y además son resistentes al agua salada. Este tipo de grasa no se recomienda en motores cuya temperatura sea mayor de 60°C ya que esto provoca que vaya perdiendo su consistencia normal.
Grasas de Sodio
Este tipo de grasas pueden utilizarse en muchas más temperaturas que la anterior, puede aplicarse en motores con temperatura de hasta 120°C. Cuentan con una excelente protección contra la oxidación, además de ser muy adherente y resistente al agua.
Grasas de jabón compuesto
Este tipo de grasas contienen una sal y jabón metálico, son a base de calcio y permiten mayores temperaturas que muchas otras grasas convencionales.
Grasas espesadas con sustancias inorgánicas
Se caracterizan por ser estables a altas temperaturas, mientras que sus propiedades lubricantes son mayores en temperaturas normales. También tienen una excelente resistencia al agua.
Grasas sintéticas
Son grasas fabricadas a base de aceites sintéticos, tales como aceites ésteres y siliconas, que no se oxidan tan rápidamente como los aceites minerales. Su campo de aplicación es mucho más amplio y tienen poca resistencia al rozamiento a bajas temperaturas, en ciertos casos por bajo de -70º C.
Grasas para bajas temperaturas (LT)
Debido a sus componentes, este tipo de grasa tiene poca resistencia en el arranque, incluso a temperaturas tan bajas como -50º C.
Grasas para temperaturas medias (MT)
Su uso es muy versátil, ya que sirve en la mayoría de los casos. Se recomiendan para temperaturas de -30 a +110° C.
Grasas para altas temperaturas (HT)
Gracias a los aditivos que componen este tipo de grasas, su resistencia a la oxidación es excelente. Estas grasas permiten temperaturas de hasta +150°C.
El uso de grasa en los vehículos es indispensable para minimizar la fricción entre las piezas en constante movimiento, proteger las piezas expuestas al oxido y mantener el buen funcionamiento del vehículo, se recomienda siempre consultar a un experto por cualquier duda al respecto.
Conozca aquí la Importancia del uso de grasa en los vehículos.