El aceite de caja es un componente de gran importancia mantener y controlar para evitar problemas en el funcionamiento del vehículo. Muchas personas tienen dudas con respecto al tiempo o las fallas que indican que es necesario cambiar el aceite de caja. Esto va a depender principalmente del tipo de transmisión del vehículo (manual o automática) y de las indicaciones del fabricante.
Actualmente, los lubricantes poseen una duración mucho mayor, por lo que el cambio de aceite de caja no es tan frecuente, en comparación con el aceite del motor. El fabricante es quien establece si debe cambiarse el aceite de la caja y en qué periodo, pero recomiendan realizarlo cada 60.000 kilómetros. Sin embargo, esto puede variar de acuerdo con diversos factores, bien sea el tipo de transmisión del vehículo o alguna fuga que pueda tener.
Cambio de aceite en cajas automáticas
El periodo de tiempo para hacer la revisión o el cambio de aceite en vehículos de transmisión automática puede ser entre los 40.000 y 60.000 kilómetros. Esto con la finalidad de revisar el estado en el que este se encuentre y verificar si en efecto, es necesario realizar el cambio.
En muchas oportunidades las cajas automáticas pueden estar expuestas a sufrir fallas cuando se le realiza el cambio de aceite, por lo cual se recomienda no hacerlo mientras no sea necesario.
Cambio de aceite en cajas manuales
En muchos casos el aceite de transmisión manual no se cambia, tiene una duración de por vida. Únicamente se realiza el cambio por alguna fuga que pueda presentar, cuando se realiza alguna intervención en la caja del vehículo o en caso de que el aceite este ocasionando fallas a la transmisión.
Sin embargo, algunos fabricantes recomiendan hacer una revisión al aceite de transmisión manual entre los 80.000 y 120.000 kilómetros y realizar el cambio en caso de ser necesario.
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¿Cómo saber que el vehículo requiere cambio de aceite de caja?
Es importante tener en cuenta que durante el paso del tiempo el aceite puede perder la viscosidad y hacerse menos resistente al calor, lo cual puede afectar el correcto funcionamiento de la transmisión, bien sea en vehículos de cajas automáticas o manuales. Igualmente, puede que exista alguna fuga en la transmisión lo que hace que pueda faltarle aceite a la caja.
En caso de cajas automáticas:
- El aceite de la transmisión ha perdido viscosidad: cuando cuesta realizar los cambios mientras el vehículo esta frío o continuamente.
- El aceite de la caja está demasiado fluido: cuando se tranca la transmisión al realizar los cambios.
- Existe una fuga y falta aceite de caja: cuando se saltan los cambios de la transmisión.
En caso de cajas manuales:
- El aceite de la transmisión ha perdido viscosidad: cuando el vehículo se encuentra frío, tarda un poco más la reacción al arrancar (pero al calentarse esto ya no ocurre).
- Existe una fuga y falta aceite de caja: cuando el arranque necesita más potencia o en caso de que los cambios sean más lentos o no se puedan realizar.
Al observarse cualquiera de estos síntomas es necesario hacer una revisión para comprobar que el estado del aceite de la caja, siguiendo siempre las indicaciones del fabricante.
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