Cuando hablamos de pérdida de aceite por evaporación de la caja de cambios, nos estamos refiriendo a la valvulina, un aceite que la protege. Su función es lubricar los engranajes y rodamientos de la caja de cambios para que opere correctamente y tenga una vida útil más larga. La caja tiene unos piñones que son necesarios para seleccionar la velocidad deseada e impulsar las ruedas a través del diferencial.
La caja de cambios es un componente imprescindible de la transmisión ya que si nos quedamos sin valvulina en el cárter, las coronas de los cambios acabarán deteriorándose, y reemplazar la caja de cambios no es un proceso fácil ni económico.
Para saber si tenemos alguna pérdida del aceite de caja, debemos estar atentos a los síntomas que nuestro carro nos va mandando, por ejemplo los ruidos cuando metemos un cambio o cuando es muy difícil engranarlo.
Todos los aceites están sujetos a la pérdida de evaporación, algunos más que otros. En ciertas circunstancias, esto puede tener efectos desastrosos en su caja de transmisión.
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Además de la evaporación que baja el nivel de aceite, también hay cambios en las propiedades físicas del lubricante que quedan. Quizás el mayor problema asociado con la pérdida de evaporación es el cambio en la viscosidad del lubricante restante. Los extremos más ligeros, o moléculas más pequeñas, son los primeros en evaporarse. Al dejar el fluido, hay un cambio en el tamaño molecular promedio del aceite restante. Este cambio se inclina más hacia las moléculas más pesadas, y por lo tanto la viscosidad aumenta en consecuencia.
Este aumento de la viscosidad puede afectar la eficacia de la caja de transmisión para lubricarse. Lo cual puede conducir a una disminución de la tendencia a salpicaduras del aceite en cajas de cambio y cojinetes, y puede restringir el flujo de aceite en los sistemas de circulación. Ninguno de estos escenarios es deseable cuando se trata de confiabilidad de la caja.
En resumen, los aceites pueden sufrir una pérdida de evaporación. Por lo general, los más susceptibles a este fenómeno son menos refinados y contienen un mayor número de los extremos más ligeros.
Nuestra recomendación es siempre verificar y en la medida de lo posible llevar un control sobre el aceite de la transmisión, para así poder determinar si realmente se está evaporando el aceite o presenta alguna otra fuga del mismo.
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