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Recalentamiento en el vehículo

El recalentamiento es algo muy común en los vehículos antiguos. Sin embargo, puede resultar una falla más complicada cuando se da en carros modernos. Al notar que el agua de la temperatura sube hasta sobrepasar lo normal lo primero que nos puede pasar por la mente es apagar el vehículo y no en todos los casos puede resultar una buena opción, puesto que esto podría crear problemas en las válvulas y en la junta de la culata. Algunas de las recomendaciones son las siguientes:

1. Apagar el aire acondicionado:

Si es verano lo más probable es que deseemos mantener el aire acondicionado encendido pero, lo mejor en estos casos es mantenerlo apagado y abrir las ventanillas. Al hacer esto ayudamos al motor a un mejor enfriamiento.

2. Colocar el motor en punto muerto:

Debemos colocar el vehículo en punto muerto y cada cierto tiempo dar pequeños golpes de gas. Al hacer esto ayudamos a la bomba de agua a recibir más fuerza. Si luego de hacer esto has logrado bajar la temperatura del motor, a continuación debes evitar acelerar frecuentemente, usar excesivamente el motor y debes tratar de darle el menor trabajo posible a la parte mecánica del vehículo.

3. Prestar atención al radiador y al vaso de expansión:

Si los dos tips anteriores no funcionan puedes revisar el ventilador que va instalado en el radiador, o examinar el nivel del líquido refrigerante del vaso de expansión. Recordemos que este líquido debe cambiarse cada dos o tres años, dependiendo del uso que se le de al vehículo.

Si el ventilador del radiador se ha detenido totalmente a causa del recalentamiento, en este caso lo mejor si será apagar el carro. Recuerda que si el motor sigue conectado naturalmente, el vehículo no podrá recibir agua fría y la temperatura solo ascenderá. Por último, no olvidemos revisar el estado las rejillas frontales del radiador, podemos limpiarlo con una pistola de agua a presión.

¿Por qué mi vehículo se recalienta?

Algunas de las causas principales del recalentamiento pueden ser producidas tanto por el estado de la tapa del radiador, por falta de líquido, atasco en el termostato o por el ventilador apagado.

No obstante, es importante que consultes siempre con tu mecánico de confianza, porque pueden resultar algunos casos que sea por mangueras o conexiones dañadas, la bomba de agua u otros repuestos.

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