En ocasiones, cuando suenan los frenos de tu vehículo se produce una gran inquietud al no saber por qué sucede o si se trata de una falla grave, que provoque que en algún momento no se pueda frenar y correr el riesgo de que ocurran accidentes. Sin embargo, no debes preocuparte demasiado puesto que la mayoría de las veces que los frenos comienzan a producir ruidos, es una advertencia temprana y tienes tiempo para solucionarlo.
A continuación encontrarás los siete principales motivos por los cuales suenan los frenos de tu vehículo:
1. Pastillas de freno gastadas:
La causa más frecuente de que suenen los frenos, normalmente con ruidos o chillidos, se debe a que algunas pastillas de frenos tienen una especie de tiras que cuando salen a descubierto por el desgaste, comienzan a emitir un chillido o se escucha el sonido del rozar de los discos.
Esto es un problema que se debe solucionar rápidamente, puesto que disminuye la capacidad de frenado y también averiar otras piezas del sistema de frenado.
2. Suciedad acumulada:
Con el paso del tiempo se va acumulando suciedad en el sistema de frenado debido al material proveniente de la fricción, lo que limita el desplazamiento de la pastilla y además, ocasiona desgaste excesivo, altas temperaturas, menor capacidad de frenado y mayor consumo de combustible.
Por ello es sumamente importante realizar el mantenimiento adecuado al sistema de frenado y verifica constantemente el estado de uso de las pastillas de freno.
3. Polvo y humedad:
Al igual que con la suciedad, con el paso del tiempo se acumula polvo en las pastillas de frenos, esto normalmente sucede cuando el vehículo pasa un tiempo prolongado sin utilizarse. Por otro lado, la humedad es algo que suele presentarse en las mañanas.
En ambos casos notaremos los chillidos en las primeras frenadas, pero estos irán desapareciendo con el uso, es algo normal por lo que no debes preocuparte.
4. Abuso del sistema de frenado:
Según la manera de conducir de cada persona, los frenos se van desgastando de manera diferente. Por ejemplo, el pisar siempre el freno en seco en lugar de ir disminuyendo la velocidad de manera progresiva, es uno de los malos hábitos o abuso del sistema de frenado. Esta acción provoca que las pastillas excedan su límite de temperatura de trabajo y se cristalice la superficie de contacto con el disco, que también puede calentarse exageradamente perdiendo su capacidad de frenado. En estos casos, deberás cambiar el sistema de frenado con mayor frecuencia.
Te invitamos a conocer mucho más sobre el sistema de frenos de tu vehículo en el siguiente artículo: Frenos ABS.
5. Discos en mal estado:
Los discos de frenos pueden afectarse de diferentes maneras, entre ellas un mal rectificado. Un disco de mala calidad o que se ha deformado por el uso continuo de pastillas de freno muy gastadas o por el daño de cualquier otra pieza del sistema de frenado. Cualquiera de estos casos va a producir un ruido bastante fuerte en los frenos y obligará a cambiar las pastillas, los discos y revisar el estado del resto de las piezas.
6. Exceso de temperatura en frenos nuevos:
Al momento de colocar unas pastillas nuevas, normalmente se producirán ciertos ruidos mientras ellas se van amoldando a los discos. En estos casos se recomienda conducir sin aceleraciones fuertes que obliguen a frenar bruscamente de manera constante, porque si abusamos de los frenos se deformará la capa de resina que recubre las pastillas nuevas y se generarán más ruidos, obligándonos a ir a que las lijen.
7. Vibraciones entre las pastillas y los discos:
Algunas veces las vibraciones que se producen entre las pastillas y los discos pueden hacer que oigamos esos molestos chillidos, aunque las dos piezas estén en buen estado. Normalmente las pastillas traen unas almohadillas de teflón que se adhieren a la parte trasera de la pastilla para evitar que vibre.
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